Elegir entre pan fresco y tostadas es el eterno dilema de quienes desean perder peso o mantener el ideal; la razón de ello obedece a la creencia que sugiere que las tostadas tienen menos calorías ¿mito o realidad?
Una de las recomendaciones comunes al iniciar un plan de pérdida de peso es la sustitución del pan fresco por tostadas, asociándose a estas últimas como más saludables cuando la realidad es que el origen de ello se vincula más al efecto que rinden sobre la saciedad más que al número de calorías.
En palabras más simples, si bien reviste una mínima disminución del aporte calórico respecto al pan fresco, se aconseja la inclusión de tostadas en el plan alimenticio por la forma en la que mantienen la sensación de saciedad.
Las tostadas son menos calóricas que el pan fresco ¿mito o realidad?
Siendo solo rebanadas de pan desecadas debido a la acción del calor, las calorías de las tostadas no difieren demasiado a las de una rebanada de pan fresco ya que los componentes nutritivos no son modificados en el proceso.
El punto diferencial entre ambas presentaciones se encuentra en la textura debido a que presentan menos humedad o concentración de agua, particularidad que le confiere mayor consistencia y hace crocante exigiendo mayor masticación.
El mayor trabajo que se le da a la boca, es lo que incrementa y prolonga la sensación de saciedad; además de ello, las tostadas suelen comerse a temperatura templada o ligeramente caliente, calmando el apetito con mayor rapidez debido a que el estómago se congestiona.
A diferencia de las tostadas, el pan fresco demanda más acción del sistema digestivo, realizando un mayor gasto calórico al momento de metabolizar los carbohidratos.
Tostadas: la opción en dietas hipocalóricas
Está claro que las tostadas son más recomendadas en regímenes hipocalóricos debido a que alarga la sensación de llenura, factor clave para perder peso, pues evita “picar” entre comida especialmente cuando se tiene la idea de que se sufrirá hambre o los alimentos ingeridos no serán suficientes para satisfacer.
Por otra parte, está la adicción que genera el pan fresco, dificultando conformarse con una sola rebanada al ser un alimento de ingesta sencilla, rápida y apetecibles, efecto que pocas veces genera la tostada.
En resumidas cuentas, indistintamente que sea tostado o fresco, el pan es de esos alimentos básicos que no pueden faltar en la mesa cuando se quiere iniciar el día con energía, elegir uno u otro depende de los propios gustos y requerimientos.