Cuidar de nuestra figura es una responsabilidad que debemos cumplir para evitar dañar nuestra salud. Por tal motivo es importante conocer las cargas calóricas de los alimentos, para elegir el más conveniente para el funcionamiento de nuestro organismo.
Una carga calórica que nos aporta energía
El pan con tomate es una comida tradicional de Cataluña, España, la cual ha traspasado las fronteras para convertirse en parte del desayuno de ejecutivos y deportistas, por su rico sabor y su moderado contenido calórico.
Este bocado español contiene aproximadamente 180 calorías. Aunque podríamos decir que el pan es el que aporta casi toda la carga calórica, debido a que el tomate contiene apenas 4 o 5 calorías y se le agrega una mínima cantidad. Este plato también tiene entre sus ingredientes el aceite de oliva virgen, el cual le suma unas 90 calorías.
Por lo general el plan que se utiliza para esta combinación es el de miga gruesa, por ser más natural que el de sandwich integral o el tradicional, los cuales contienen menos calorías, entre 70 y 100, pero son sometidos a un proceso industrial.
Beneficios de consumir pan con tomate
Cada 50 gramos de pan representan aproximadamente 80 calorías, lo que se traduce en energía de calidad para nuestro cuerpo y fácil de digerir, ya que es un carbohidrato. Además es rico en vitamina B y es un alimento básico en muchas regiones del mundo.
Aunque el tomate tiene un mínimo nivel de calorías, es fuente de betacaroteno, una sustancia que contribuye con el funcionamiento celular, y licopeno, un tipo de colorante vegetal con propiedades anticancerígenas. Así mismo aporta vitaminas C y A que fortalecen los tejidos.
En cuanto al aceite de oliva es uno de los más saludables del mundo, es fuente de ácidos grasos, necesarios para que el organismo pueda trabajar de una manera óptima. Además contiene omega 9 y compuestos fenólicos, recomendado para controlar el colesterol.
En el desayuno, en la cena o como aperitivo
El pan con tomate es una preparación muy versátil, ya que la podemos consumir como desayuno, como una entrada, para acompañar un plato y también durante la cena.
Si deseamos comenzar el día consumiendo este tradicional plato es importante acompañarlo con huevos fritos o sancochados, y frutas o jugo natural, para que puedan convertirse en un desayuno completo, que incluya los carbohidratos y las proteínas con los nutrientes que lo harán sano y fuerte.
Mientras que si lo deseamos como un aperitivo o para entrada lo podemos preparar como se hace tradicionalmente, cortando una rodaja de pan y los tomates en trasversal para luego pasarlos sobre el pan, preferiblemente tostado. Le añadimos un chorrito de aceite, y si es de nuestro agrado tomillo o romero.
El pan con tomate encaja a la perfección en la tabla de quesos, o para acompañar la escalibada. Pero esto no es limitante para consumirlo en cualquier momento y con cualquier plato que se nos ocurra, siempre y cuando sea el único carbohidrato presente.