En la época actual, es generalizada la búsqueda de métodos para bajar de peso, llevar una alimentación saludable y por ende tener un cuerpo sano y esbelto.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo que hacemos a algunas personas, por seguir la dieta al pie de la legras, se nos hace un poco difícil dejar ciertos alimentos.
Uno de estos antojitos, difíciles de sacar de nuestro día a día, son las galletas, cuya textura y sabor, se nos antoja a cualquier hora.
Por esto, cada vez que nos ataca la ansiedad por comerlas, nos preguntamos si es posible que encontremos en los anaqueles de los supermercados, algunas marcas de galletas que no engordan.
O en todo caso, si existe alguna receta, que podamos poner en práctica en casa, a fin de elaborar por nosotros mismos, alguna galleta que no nos haga subir de peso.
Debemos estar conscientes, que cualquier alimento que comamos en forma desmedida, sin vigilar las porciones, la frecuencia o la hora del día, contribuye notablemente al aumento de peso.
Como hemos publicado en otros post, el consumo de azúcar, harina y grasas, constituye una combinación no muy beneficiosa para el logro de nuestra meta de adelgazar o de mantenernos en el peso ideal.
Pero si no puedes dejar las ricas galletas, en este artículo te vamos a ofrecer algunas recetas, fáciles, rápidas y económicas, para que hagas tus antojitos y los consumas de manera responsable, te repetimos, todo alimento en exceso engorda.
Opción 1, galletas de avena: El secreto para realizar estas ligeras galletas, está en sustituir la harina de maíz refinada con salvado de avena. Sólo tienes que mezclar 50 gramos de mantequilla, con 50 gramos de azúcar morena y luego de que esté homogenizado, agrega 50 gramos de harina de avena y 50 gramos de copo trocitos de manzana y canela, para aromatizar. Luego formas las bolas, del tamaño de una pelota de ping pong, las aplanas con la palma de la mano y las llevas al horno por unos diez minutos o hasta que las veas Doradas a tu gusto.
Opción 2, galletas de arroz: estas galletitas son altamente saciantes y voluminosas, por lo tanto contribuyen a que no comas entre comidas. Se preparan a partir de harina de arroz, mezclada con arroz cocido y un poco de mantequilla. Se amalgama muy bien, hasta obtener una masa uniforme, se le agrega un poco de canela y edulcorante, si las prefieres dulces o sal y orégano, si te decides por el sabor salado. Luego de darles la particular forma de disco que caracteriza a las galletas, las pones en el horno por diez minutos. Estas galletas se pueden comer como parte de una merienda sana o como acompañamiento de una comida completa. Lo importante es no agregar grasa adicional a ellas, ni mermelada o chocolate. Recuerda que estás haciendo un régimen alimenticio, así que es mejor que te olvides de los ingredientes adicionales.
Opción 3, galleta de avellana. También puede hacerse de harina de nuez u otro fruto seco, e incluso con varios a la vez. El truco está en mezclar tres partes de la harina de avellana o de frutos secos, con sólo una parte de harina de trigo. Esta mezcla debes agregarla a la una barra de mantequilla que previamente has amasado con edulcorante. Formas un cilindro con estos cuatro ingredientes bien homogeneizados y lo refrigeras en el congelador por dos horas. Posteriormente, cortas en ruedas el cilindro y lo llevas al horno adornado con un a almendra fileteada. Si prefieres, puedes sustituir el edulcorante por miel o por azúcar moreno, pero recuerda que la idea es bajar de peso y desechar las calorías extra, así que es mejor pensarlo bien, antes de cambiar los ingredientes.
Debes tomar en cuenta, consumir las galletas con moderación y responsabilidad, así no se verá afectado tu peso y por ende, podrás gozar de una mejor salud.