Al igual que acompañado con tocino, el huevo con jamón forma parte de los desayunos más tradicionales por brindarle al organismo una buena dosis de energía para comenzar el día; el aporte final dependerá de la forma de preparación y el tipo de embutido elegido.
Valor energético de un plato de huevo con jamón
Al igual que el huevo con tocino, combinar huevos al sabor del jamón es común como parte del desayuno de quienes deseamos un plus de energía para comenzar el día, pues lejos de la mala fama que tienen ambos ingredientes respecto a la ganancia de peso, no dejan de ser un plato saludable.
Considerando una feta de jamón bajo en grasa y un huevo grande, el aporte calórico del plato ronda las 138 kcal de las cuales 25% son proteínas. Este valor puede variar considerablemente según el jamón elegido y la forma de preparación.
No será igual acompañar el huevo con jamón de cerdo ahumado, que elegir un fiambre de pollo bajo en grasa, así como tampoco una preparación libre de grasas respecto a freír el huevo.
En lo que concierne al aporte de grasa, aunque las calorías están representadas en un 75% de ellas, cabe acotar que sólo 13 g son grasas saturadas lo que compensa los 10 g de proteínas, 138 mg de potasio, además del 56% y 2% de calcio y hierro respectivamente, en una dieta basada en 2000 calorías al día.
Beneficios de comer un plato de huevo con jamón en el desayuno
Contrario al efecto que ofrecen los desayunos altos en carbohidratos refinados y azúcares, un plato de huevo con jamón supone romper el ayuno de la noche brindándole al organismo alimentos de calidad y de mayor densidad nutricional.
Asimismo, favorece prolongar la sensación de saciedad evitando picar entre comidas antes del almuerzo. Además del hecho de que quemar 138 calorías se consigue con actividades tan simples como 20 minutos de paseo en bicicleta, 14 minutos corriendo o 50 minutos de limpieza.
¿Y qué pasa con el colesterol?
Durante años, el consumo de huevo ha sido juzgado por su supuesto efecto perjudicial para el colesterol cuando la ciencia ha demostrado que no es cierto; incluso la Fundación Española del Corazón afirma que no hay necesidad de restringir la ingesta del alimento en dietas de personas sanas.
Si a ello sumamos un jamón bajo en grasa y contenido de sal, el plato se convierte en aliado de regímenes alimenticios saludables garantizando un consumo recomendado por nutricionistas.
Ahora bien, si queremos reducir un poco las calorías, está la posibilidad de reemplazar el jamón por una porción de vegetales. Seleccionando ingredientes de limitado aporte calórico, que además agreguen fibra, incrementarán la sensación de saciedad.
Una tortilla que incluya puerro, espinaca, calabacín, espárrago, tomate o berenjena es aliada ideal para comenzar el día de forma deliciosa y saludable brindándole al organismo la energía necesaria sin comprometer la ganancia de peso.