Empezar el día incluyendo cereales en el desayuno es una excelente forma de llenar el cuerpo de energía; por lo general, una porción de 30 gramos cubre las necesidades de un niño entre 6 y 8 años ¿a cuánto equivale esto en cucharadas?
Es bien sabido, las necesidades energéticas difieren entre una persona y otra según su peso, edad, tamaño e incluso, estilo de vida, no obstante, existen medidas estándar.
En el caso de los cereales, se dice que 25 gramos es suficiente para cubrir los requerimientos energéticos de los niños, mientras que adolescentes y adultos demandan entre 30 a 45 gramos.
Desafortunadamente, calcular estas cantidades sin una báscula resulta muy complejo, pues no existe una regla clara que establezca la equivalencia en gramos de cada cucharada, lo que obedece a la diferencia de densidad, forma y volumen que presentan los cereales ¿Cuál es la solución?
¿Cómo calcular en cucharadas 30 gramos de cereal?
El problema de calcular en cucharadas cualquier alimento radica en que existen diferentes tamaños de cucharas, sin apartar el hecho de servirla colmada o no, haciendo que lo ideal sea utilizar una cuchara medidora rasa.
Asimismo, deberá considerarse la propia dimensión del alimento medido, pues no serán iguales las cucharadas que se necesiten para servir 30 gramos de harina de avena, que 30 gramos de cebada perlada por decir algún ejemplo.
Equivalencias genéricas de los cereales
Cuando no se cuenta con una báscula, una cuchara común se convierte en la forma de medir los gramos siempre que se conozcan las equivalencias de cada alimento; en el caso de los cereales, resulta complejo ante la ausencia de una regla precisa que pueda aplicarse.
Sin embargo, servirán de medidas genéricas los siguientes parámetros:
- 30 gramos de cereales como la avena en copos equivale a 3 cucharadas
- 30 gramos de cereales en polvo semejante al trigo molido equivale a 2 cucharadas
- 30 gramos de cereales parecidos a la harina de avena 3 y ½ cucharada
- 30 gramos de cereales enteros como la cebada 1 y ½ cucharada
Cabe destacar que las equivalencias antes planteadas no son cien por ciento precisas, sólo servirán de guía puesto que los alimentos difieren entre sí debido a su propio volumen y peso, por lo tanto, siempre el uso de un peso digital, balanza o báscula es lo más recomendable.